La Selva Marginal de Punta Lara

          La Reserva Natural de Punta Lara, área núcleo de la Reserva de Biosfera Parque Pereyra Iraola, se encuentra localizada en la ribera derecha del espacio costero, conformado por el estuario del Río de la Plata, en la fracción comprendida entre el Río de La Plata y una línea paralela a éste a 2.500 metros, fromando parte de los Partidos de La Plata, Ensenada, Berazategui y Florencio Varela.
          Son un total de 6.000 hectáreas protegidas. Conserva una muestra completa del Ecosistema Costero Rioplatense, donde se encuentran más de 770 especies de vegetales, 40 mamíferos, 300 aves, 28 de reptiles y 23 de anfibios.
           La Selva de Punta Lara es marginal desde el punto de vista ecológico. Las especies que crecen en el lugar tienen muchos problemas por encontrarse el extremo sur de su distribución. La zona presenta la típica característica de selva, con grandes árboles que mantienen la humedad de la atmósfera y del suelo, favoreciendo el desarrollo de vegetales inferiores y en el ambiente predomina la escasa luz. Como todo bioma selvático posee alta diversidad específica y gran variedad de adaptaciones a la vida vegetal y animal. Hay cerca de 20 especies de árboles, muchos de los cuales provienen de la selva misionera siendo el río Uruguay más transportador de semillas que el Paraná.
           Las especies de porte arbóreo más abundante son el laurel blanco (Ocotea acutifolia), una laurácea que es el árbol de mayor porte de esta comunidad, el chal-chal (Allophyllus edulis), con unos pequeños frutos rojos comestibles, el mata ojo (Pauteria glomerata) llamada así por la molestia en la vista que produce el humo de la combustión de su madera, el lecherón (Sebastiana brasiliensis), la llamada yerba del bugre en el norte (Lochocarpus nitidus), de vistosas flores azuladas y a veces de otros tonos, el seibo (Eritryna crista-galli), la espina de bañado (Citharexylum montevidensi), el canelón (Rapanea loretziana), el arrayán de las islas (Blepharocalyx salicifolius), el palo amarillo o guayaibí (Terminalia australis) con vistosas floración dispuesta en capítulo y cuyas hojas en época otoñal tienen una tonalidad amarilla vistosa, el curupí ( Sapium haematospermun), el saúco común ( Sambucus australis) y el exótico ligustro (Ligustrum lucidum) que tanto daño hace a la flora nativa, y otras especie más con las que se llegaría a las veinte mencionadas al principio.
           La profusión de enredaderas, liliáceas y epífitas contribuyen a crear ese clima selvático, entre las que se observan la uña de gato (Macfadyena unguis-cati), la dama de monte o de noche (Clytostoma callistegioides), la camandá guazú (Canavalia bonariensis) y el llamativo tala gateador (Celtis iguanea), arbolito o arbusto de hasta 10 metros con hojas más grandes que el tala común y fruto bien amarillo. Hay exóticas que se han aclimatado muy bien como la zarzamora (Rubís ulmifolius) y la madreselva (Lonicera japónica). A nivel arbustivo de destacan la malvácea Pavonea sepium o P. malvacea, el duraznillo negro (Cestrum euanthes) con fruto negro, la tacuara brava (Guadua trinii), el sen de campo (Casia corymbosa), el sarandí colorado (Cephalantus glabratus), la enredadera (Cardiospermun grandiflorum), la violácea Anchietea parviflora, las llamadas vulgarmente uvas Cissus striata y C.palmata, la epífita Microgramma vacciniifolia y el cacto Rhipsalis lumbricoiedes. En zonas anegadizas se observan cortaderas, juncos y totorales y también se presenta un sector con pajonales de paja brava (Scirpus giganteus) En nómina sólo pretende mostrar la diversidad florística del lugar y su valor como muestra de lo que era la ribera platense en épocas muy remotas.
          Una lista efectuada de peces de agua dulce y anfibióticas que habita en Río de la Plata, según Ringuelet et al. (1976) y Nion (1998) - con algunas modificaciones- arroja un total de 167 especies ( publicada por Menni, 2004).
          Los batracios están representados por varias especies, siendo conspicuo el sapo común (Bufo arenarum), la rana criolla (Leptodactylus ocellatus), el escuercito (Odontophrynus americanus), varias ranitas del género Hyla, entre otras. También los reptiles están presentes con especies como el lagarto overo (Tupinambis teguxin), la tortuga de arroyo ((Phrynops hillarii), la falsa yarará ñata (Lystrophis dorbignyi), la falsa coral (Oxyrhopus rhombifer) y muchas culebras más.
          Siguiendo el orden taxonómico corresponde mencionar algunas especies de aves de las más de doscientas que se han registrado a lo largo del tiempo en el área y sus inmediaciones. Se observan algunas especies que no son comunes en esta latitud o que es el límite sur de su dispersión. El frutero negro (Tachyphonus rufus) especie que se distribuye por gran parte del noreste y su distribución más austral estaría en esta zona, el boyerito ( Icterus cayanensis), que está en condiciones similares a la especie anterior, el pijuí frente gris (Synallaxis frontalis), el vistoso naranjero (Thraupis bonariensis) con un área de dispersión mucho más austral que los anteriores, el raro pijuí plomizo (Synallaxis cinerascens), la pajonalera de pico curvo ( Limnornis curvirostris), el juan chiviro (Cyclarhis gujanensis), la mosquetita común (Phylloscartes ventralis), el arañero cara negra (Geothlypis aequinoctialis), el pitiayumí (Parula pitiayumi), el chalcahlero (Turdus amaurochalinus), el pecho amarillo común (Pseudoleistes virescens). Entre las rapaces se observan al gavilán (Circus bofoni), el carancho (Polyborus plancus), el gavilán blanco (Elanus leucurus), el taguató común (Buteo magnirostris) y el chimango (Polyborus chimango), entre otras muchas especies como ya se enunciara.
           Los mamíferos que se registran en el área son el coipo (Myocastor coypus), la comadreja overa (Didelphys albiventris), el hurón menor (Galictis cuja), el zorrino (Conepatus chinga), el colilargo chico (Oligoryzomys flavescens), el cuis (Cavia pamparum) y otras especies de micromamíferos.


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